Dos aviones de transporte de Rusia aterrizaron en Venezuela provocando una oleada de protestas en los medios de comunicación estadounidenses. ¿A qué se debe su miedo?
The Wall Street Journal exigió al presidente estadounidense, Donald Trump, tomar urgentemente medidas de respuesta contra Rusia. “Putin está poniendo a prueba a Trump enviando sus fuerzas para apoyar a Maduro”, escribió el periódico en su sección editorial.
Según el medio estadounidense, Venezuela no es Ucrania, que está cerca de Rusia, y no es Siria, que se encuentra en Oriente Medio. Esta provocación militar rusa se realiza en el ‘patio trasero’ de Estados Unidos y la Administración Trump debe esforzarse más para responder que haciendo meras declaraciones y llamadas telefónicas para mostrar su rechazo, recalcan los autores del artículo.
América Latina, “propiedad” de Estados Unidos
La percepción específica de la situación en Venezuela apenas puede cambiarse por dos aviones rusos. El asesor del presidente de Rusia, Yuri Ushakov, explicó que las acciones rusas son absolutamente normales, pero nada puede incidir en el ‘establishment estadounidense’ para que este deje de percibir la situación en Venezuela como una ‘Crisis de los misiles 2.0’.
“Los movimientos de Putin en Venezuela no son tan ominosos como parecen. Dos aviones de transporte con asistencia militar no son suficientes para marcar una diferencia necesaria para la supervivencia de Maduro”, escribe el periodista Eli Lake en su artículo para Bloomberg.
A su vez, el columnista ruso Iván Danilov opina que los medios que exigen una dura respuesta de Estados Unidos a las acciones rusas en Venezuela no logran ver ninguna diferencia entre dos aviones y un centenar de aeronaves.
“Se trata del mismo principio que no permite ningún tipo de presencia de otros países en América Latina, que las élites de Estados Unidos han percibido como su propiedad durante dos siglos”, escribe Danílov en su artículo para la edición rusa de Sputnik.
Derrotas de Estados Unidos
Según Danílov, la parte “más carroñera” del establishment estadounidense está cansada de sufrir derrotas en sus batallas con Rusia, país al que se acostumbraron a percibir como “una potencia regional con una economía supuestamente desgarrada en pedazos”. El ahora finado senador republicano estadounidense John McCain solia decir: Rusia is a “gas station masquerading as a country”.
La historia ucraniana apenas puede considerarse una victoria de Estados Unidos. Crimea ya no pertenece a Ucrania, Ucrania no controla el territorio más importante para el país desde el punto de vista económico.
“El gasoducto Turk Stream ha sido construido y, cuando acabe la construcción del Nord Stream 2, el principal activo estratégico de Ucrania, su gasoducto a Europa, podría ser cortada en pedazos para venderse como fierro viejo”, recalca.
En el caso de Ucrania, Estados Unidos puede señalar ciertos logros, como el empeoramiento de las relaciones entre Rusia y la Union Europea, así como el detrimento del potencial de desarrollo de la Unión Económica Euroasiática. Sin embargo, la situación en Siria no le permite a Estados Unidos presumir sus “medallas”, opina Danílov.
“Bashar Asad, quien ha sido condenado en múltiples ocasiones por Estados Unidos, ha permanecido en el poder. Las tropas rusas redujeron a cenizas el activo terrorista (Daesh) patrocinado por Estados Unidos, (…) los líderes regionales, incluidos el presidente turco Erdogan y la familia real saudí, se quedaron tan impactados por las victorias rusas que empezaron a cooperar con el Kremlin para solucionar incluso las cuestiones más sensibles”, enumera Danílov.
Sin la victoria de Rusia en Siria, el alcance del acuerdo por parte del grupo OPEP+ no sería posible, agrega Danílov. La reducción de la extracción de petróleo ha generado ingresos de más de cinco billones de rublos —más de 15,000 millones de dólares— para el presupuesto de Rusia.
“Si Rusia no hubiera mostrado su fuerza en Siria, Arabia Saudita habría sentido miedo de enfadar a Estados Unidos. Ahora no tiene este temor, así como no lo tiene el presidente turco, que está listo para protagonizar un escándalo con la Administración Trump con su decisión de comprar los sistemas rusos de defensa antiaérea S-400”, enfatiza.
Danílov recalca que si Estados Unidos pierde una batalla más en Venezuela, se asestará un catastrófico golpe a su reputación de “fuerza hegemónica mundial”. En caso de que el salvamento de Venezuela sea estrechamente relacionado con Rusia, se producirá un escenario más temible para Estados Unidos: Rusia podrá influir seriamente en otro productor de petróleo, uno de los más grandes del mundo, según el autor del artículo.
Sin embargo, “la posible intervención militar abierta” en Venezuela será costosisima, larga y sangrienta para Estados Unidos, opina el columnista ruso.
Invasión de Venezuela: Un sueño irrealizable – Valentin Vasilescu
“Mientras tanto, la posibilidad de conseguir que las junglas venezolanas se conviertan en un Vietnam 2.0 es muy elevada. Por eso, lo que les queda a los estadounidenses son bombardeos precisos y ataques cibernéticos que podrían realizarse en Venezuela con el objetivo de ayudar a las fuerzas opositoras a tomar el control del país”, concluye Danilov.
Fuente: Sputnik
