Las fuerzas de Ucrania comenzaron a desplegar una nueva arma en las últimas semanas: un jurado de drones manipulado para rociar sustancia incendiaria en el suelo, lo que podría iniciar incendios e infligir daños tanto al personal como al equipo militar.
Mientras que los medios de comunicación occidentales afirman que los llamados “drones dragón” ucranianos están usando una mezcla de polvo de aluminio y óxido de hierro, también conocida como termita, el analista militar ruso Alexei Leonkov sugiere que los drones probablemente llevan “mezclas de pirogel” que son más efectivas que las mezclas de polvo.
“Por lo general, este tipo de mezclas se usaban durante el combate en los bosques para iniciar múltiples incendios y expulsar a los guerrilleros”, dice a Sputnik Leonkov, quien también es editor de la revista Arsenal Otechestva (Arsenal de la Patria). “Los estadounidenses, por ejemplo, los usaron en Vietnam, y también se usaron en otras guerras.”
Los “drones dragón” se utilizan esencialmente como lanzallamas aéreos, explica: al alcanzar el objetivo, el dron vuela bajo mientras dispersa la mezcla incendiaria que funciona como napalm.
Con respecto a la efectividad de estos drones, Leonkov argumenta que la precisión y confiabilidad son bastante cuestionables, sin mencionar que las defensas aéreas rusas no se quedarán de brazos cruzados y simplemente verán volar estos drones.
Cuando se le preguntó sobre la aparente similitud de esta nueva táctica ucraniana y el uso de armas incendiarias por parte de Alemania durante la Primera Guerra Mundial y por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, Leonkov comenta que ciertas tácticas cambian poco con el tiempo.
“También está el asunto del uso indiscriminado de mezcla incendiaria o napalm”, agrega. “Los estadounidenses se convirtieron en los primeros después de los nazis en usar mezclas incendiarias en masa. En Vietnam usaron napalm para incendiar aldeas y los bosques y campos circundantes? ¿Y quién entrena a los ucranianos? Los estadounidenses. Así que no es de extrañar.”
Fuente: Sputnik