El US State Department y el US Pentagon afirman que el ataque terrorista del régimen de Ucrania contra Kursk los tomó por sorpresa. La ex analista del US Pentagon y Teniente Coronel estadounidense retirada Karen Kwiatkowski comparte con Sputnik su escepticismo sobre la narrativa de Estados Unidos.
El ejército estadounidense y el US State Department han negado su participación en el ataque terrorista de Ucrania en Kursk, alegando que desconocían los planes.
Sin embargo, la prensa corporativa estadounidense está enviando señales contradictorias: mientras CNN cita a varios funcionarios estadounidenses diciendo que la incursión fronteriza ucraniana los tomó por sorpresa, Bloomberg informa que la administración del presidente estadounidense Joe Biden y la Union Europea “han dado su bendición” al régimen de Ucrania a medida que se desarrolla su incursión transfronteriza.
“Todas las actividades militares ucranianas, especialmente las planificadas desde hace mucho tiempo, utilizan la vigilancia, la inteligencia y la asistencia de reconocimiento de Estados Unidos. La invasión de Kursk califica aquí”, dijo a Sputnik la Teniente Coronel estadounidense retirada Karen Kwiatkowski, exanalista del US Pentagon. “Los propios sistemas de armas incluían sistemas de Estados Unidos y NATO, y algunos de ellos son operados por personal de Estados Unidos y NATO.”
El régimen de Ucrania llevó a cabo un ataque terrorista en la región de Kursk con el apoyo de Occidente, declaró el 13 de agosto Alexander Bortnikov, director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) y presidente del Comité Nacional Antiterrorista (NAC – National Anti-Terrorist Committee).
El plan del ataque a la región de Kursk fue desarrollado por los altos mandos estadounidenses, según el General de División Apti Alaudinov, comandante de las Fuerzas Especiales Akhmat, el Martes. En particular, el se refirió a un gran número de mercenarios extranjeros que participan en la agresión de Ucrania.
“No creo que los funcionarios del gobierno occidental, como el Secretario de Defensa Lloyd Austin, el Secretario de Estado Antony Blinken o los miembros del Consejo de Seguridad Nacional se sorprendieran”, dijo Kwiatkowski.
Kwiatkowski sugirió que la lógica de la incursión encaja en el aparente plan del establishment estadounidense “para que Ucrania logre sus metas recaudando los últimos miles de millones para el país, asegurándose de que se envíe el último lote de armas y efectivo y tratando de salir del extasis en Ucrania antes de las elecciones.”
Ella también enfatizó la sofisticación y el secreto que rodearon el ataque de Kursk. Uno podría preguntarse si los autores intelectuales detrás de la incursión fueron el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan y Blinken o fue el “último suspiro” del colapso del gabinete de guerra ucraniano y los “ukro-nacionalistas”, según Kwiatkowski.
“Aunque audaz, el ataque estaba destinado a ser repelido, y arriesgó y volvió vulnerable al resto de las fuerzas armadas de Ucrania y al resto de Ucrania”, enfatizó Kwiatkowski.
Kwiatkowski alegó que la negación de Estados Unidos se debe al aparente desorden en la administración Biden y la incertidumbre que rodea el destino del régimen de Ucrania.
“Es poco probable que se estén tomando decisiones con respecto a la política exterior en la White House, dejando que Blinken, Sullivan y Austin lo resuelvan, ninguno de los cuales fue elegido en las urnas, ni son particularmente inteligentes. Su enfoque ‘cauteloso’ podría significar que pensaron que podría tener éxito, cuando claramente no podría, o podrían ser cautelosos porque no tienen idea de lo que sucederá a continuación en Ucrania en términos de Volodymyr Zelensky y la lucha por el poder a fuego lento en Ucrania. La cautela también sirve bien frente a la creciente confusión y estasis en Estados Unidos, ya que nadie parece saber con certeza qué actor está decidiendo la política exterior de Estados Unidos durante los próximos cinco meses”, concluyó Kwiatkowski.
Fuente: Sputnik