El banco central alemán (Bundesbank) ha repatriado 674 toneladas de reservas de oro guardadas en París y Nueva York desde la Guerra Fría.
Alrededor de 53,780 barras de oro, cada una con un peso de 12.5kg y un valor de 440,000 euros, han sido enviadas a Alemania en los últimos cuatro años, dijo el banco. Las últimas 100 toneladas se trasladaron de París a principios de este año, lo que significa que el Bundesbank ahora no tiene reservas en Francia.
“Esto cierra todo el plan de almacenamiento de oro – alrededor de tres años antes del tiempo que buscábamos”, dijo Carl-Ludwig Thiele, miembro de la Junta Ejecutiva del Bundesbank.
El banco ya ha repatriado 940 toneladas de oro de Londres para ahorrar en gastos de almacenamiento.
En 2013, Alemania dijo que planeaba transferir al menos la mitad del oro del país a Frankfurt en 2020. El movimiento fue en respuesta a las preocupaciones del público acerca de tener gran parte de la riqueza de la nación “guardada” en el extranjero.
Más del 50 por ciento de las reservas de oro de Alemania están ahora en Frankfurt. El resto se almacena en Londres y Nueva York, donde se puede cambiar rápidamente por libras esterlinas o dólares estadounidenses en una emergencia económica.
Alemania es el segundo mayor posedor de oro en el mundo con 3,374 toneladas. La Reserva Federal de los Estados Unidos tiene la mayor cantidad de lingotes, sus reservas de oro ascienden a 8,134 toneladas, según el Consejo Mundial del Oro. El Reino Unido tiene 310 toneladas, y el Banco Central Europeo 505 toneladas.
El Bundesbank ha sido criticado en su país por mantener una parte importante de las reservas de oro de Alemania en el extranjero. Los críticos exigen el retorno completo del oro al país. Ellos consideran al oro como un seguro en caso de crisis, y la disponibilidad física inmediata del oro sería un criterio decisivo.
Tratando de mover el oro de Nueva York en 2014, el Bundesbank enfrentó obstáculos de las autoridades estadounidenses cuando los funcionarios alemanes querían inspeccionar el oro guardado en bóvedas estadounidenses.
Algunos incluso dudaban de que el oro alemán todavía estuviera físicamente allí. El Bundesbank desestimó todas las dudas, diciendo que recibió actualizaciones anuales de los bancos centrales extranjeros donde se almacenaba el oro. Dijo que “la integridad, la reputación y la seguridad de estos depósitos extranjeros son irreprochables”.
Fuente: RT
