El embajador de Irán ante las Naciones Unidas advirtió a Estados Unidos contra cualquier aventurismo que pueda desestabilizar aún más la ya frágil situación de seguridad en el Mar Rojo.
“Irán emite una severa advertencia contra cualquier aventurismo estadounidense que pueda poner en peligro la paz regional”, dijo el Embajador Amir Saeid Iravani el Martes en una carta dirigida a Estados Unidos y sus aliados, una semana después de que la Armada de Irán desplegara un buque de guerra armado con misiles de crucero en la región.
Caracterizando la serie de incautaciones Houthi de barcos y ataques contra petroleros de propiedad israelí y afiliados en el Mar Rojo como consecuencia de la “guerra genocida” respaldada por Estados Unifos de Israel en Gaza, Iravani pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que vea las causas fundamentales de la crisis, cumpla con su responsabilidad de abordarlas y obligue a Israel a poner fin a su agresión.
El diplomático pasó a desestimar las acusaciones infundadas hechas por representantes de la ONU estadounidenses, israelíes y británicos en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada acusando a Irán de apoyar directamente a los Houthis en la realización de sus ataques, diciendo que las acusaciones son infundadas y carecen de pruebas.
“La República Islámica de Irán siempre ha otorgado gran importancia a la seguridad marítima y la libertad de navegación y reafirma su compromiso inquebrantable de cumplir con sus obligaciones internacionales y mantener la paz y la seguridad en la región”, dijo Iravani.
El Miércoles pasado, el Embajador Adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Christopher Lu, acusó a Irán de una participación profunda en la planificación de operaciones contra embarcaciones comerciales en el Mar Rojo, sugiriendo que los Houtis tendrían dificultades para rastrear y atacar efectivamente embarcaciones comerciales sin el apoyo iraní.
La República Islámica no ha ocultado su afinidad ideológica con el grupo miliciano chiíta yemení, enumerando regularmente a los Houtis entre los países y grupos que dice que forman parte del llamado ‘Eje de Resistencia’ a la hegemonía estadounidense e israelí en la región. Al mismo tiempo, los funcionarios iraníes han indicado repetidamente que su apoyo a los Houtis no incluye asistencia militar directa, en parte debido al severo bloqueo marítimo implementado contra Yemen desde 2015 y las operaciones de una coalición de Estados del Golfo para tratar de expulsarlos del poder.
Los Houtis comenzaron su campaña de secuestros de barcos, ataques con aviones no tripulados y misiles en Noviembre, en solidaridad con los palestinos después de que sus esfuerzos anteriores para atacar directamente a Israel fueran frustrados en gran medida por las defensas aéreas y de misiles israelíes y estadounidenses. La milicia ha asegurado que su campaña contra el transporte marítimo comercial se dirige únicamente a embarcaciones de propiedad israelí, además de cargamentos que se dirigen hacia o desde el Estado judío. Al mismo tiempo, los Houtis han advertido que se reservarán el derecho de atacar barcos pertenecientes a cualquier país que participe en la nueva coalición militar de Estados Unidos, “Operation Prosperity Guardian.”
Los ataques y amenazas Houti han llevado a una docena y media de grandes navieras comerciales a detener sus operaciones a través del Mar Rojo, con los costos de seguro israelíes subiendo por las nubes y los costos de envío globales aumentando hasta en un 170 por ciento a medida que los buques se ven obligados a recorrer el largo camino alrededor de la costa sur de África.
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En medio de la formación de la coalición liderada por Estados Unidos, y un incidente mortal el 31 de Diciembre en el que diez Houtis a bordo de pequeñas embarcaciones que intentaban abordar un buque comercial murieron en una batalla con helicópteros estadounidenses, Irán desplegó el Alborz, una fragata de la Armada iraní armada con misiles antibuque de largo alcance y equipo de guerra antisubmarina, en el Mar Rojo en un intento por enfriar las tensiones regionales.
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Mientras tanto, la coalición naval liderada por Estados Unidos hasta ahora no ha logrado ganar mucha tracción, con solo tres de los 20 miembros enumerados por funcionarios del US Pentagon en Diciembre enviando buques de guerra reales para ayudar a Estados Unidos (el Reino Unido, Dinamarca y Grecia, respectivamente), con Francia, Italia y España retirándose y otros países, incluidos los Países Bajos, Noruega, Australia y Canadá, comprometiendo solo puñados de marineros sin barco.
Fuente: Sputnik