El ataque del Sábado de las fuerzas ucranianas en Belgorod es el peor desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, dijo el gobernador de la región de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, en una publicación de Telegram. En una publicación separada en las primeras horas del Domingo, agregó que el número de muertos ha aumentado a 24.
El bombardeo también dejó un total de 108 personas heridas, escribió el gobernador en Telegram. Los daños materiales sufridos en la ciudad por el ataque aún se están evaluando, dijo Gladkov, y agregó que se habían contratado servidores públicos adicionales de pueblos cercanos para acelerar este proceso.
El ataque dañó más de 100 vehículos, la mayoría de los cuales fueron totalmente destruidos o quemados, según Gladkov. Un gran número de instalaciones comerciales, incluidas tiendas, almacenes y centros comerciales, también resultaron dañadas, agregó. Algunos sistemas de suministro de gas y agua en la ciudad también se vieron afectados, según el gobernador.
En una publicación el Domingo por la mañana, Gladkov escribió que 30 bloques de apartamentos y varias casas sufrieron daños.
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Las autoridades regionales decidieron cancelar todas las reuniones públicas y festividades en todos los territorios fronterizos con Ucrania, así como en la propia ciudad de Belgorod, que se encuentra a unos 40 km de la frontera, dijo Gladkov. El gobernador también informó al presidente Vladimir Putin y al Primer Ministro Mikhail Mishustin sobre el incidente y sus secuelas.
El Ministerio de Defensa ruso ha dicho que el ataque a la ciudad involucró el uso de bombas de racimo. Dichas armas comprenden docenas de pequeñas submuniciones que pueden dispersarse en un área grande mediante una detonación inicial, que luego también pueden explotar, causando una gran cantidad de explosiones secundarias más pequeñas. Más de 110 naciones los prohibieron en virtud de una convención de la ONU en 2008 debido a su grave peligro para los civiles.
Según el ministerio, el ejército ucraniano equipó los misiles de su lanzacohetes múltiple Olkha con ojivas de bombas de racimo antes de dispararlos contra Belgorod. Las fuerzas de defensa aérea rusas lograron interceptar la mayoría de los proyectiles, pero algunos aún impactaron en la ciudad. Si todos hubieran alcanzado su objetivo, las consecuencias habrían sido inconmensurablemente más graves, agregó el ministerio.
Fuente: RT
