La intervención militar contra los cárteles de la droga en México debería estar entre las opciones que está considerando el gobierno de Estados Unidos, argumentó el congresista Dan Crenshaw. El republicano de Texas insistió, sin embargo, en que cualquier operación de este tipo tendría que llevarse a cabo en “estrecha cooperación” con las autoridades mexicanas.
En una entrevista con el canal de televisión FOX 26 Houston el Domingo, Crenshaw afirmó sin mostrar pruebas que el gobierno mexicano “no tiene control operativo de su lado de la frontera.”
El político argumentó que los grupos criminales en realidad tenían el control de la frontera y estimó que las ganancias anuales totales de los cárteles eran de alrededor de 13 mil millones de dólares. Crenshaw también dijo sin mostrar pruebas que el opioide sintético fentanilo distribuido por carteles mexicanos mata a “decenas de miles de estadounidenses al año.”
La situación exige un “enfoque completamente nuevo del gobierno”, afirmó Crenshaw, y agregó que los cárteles deben ser tratados como el “enemigo del Estado que son.”
Cuando se le preguntó si pensaba que se debería considerar la acción militar, el condecorado veterano de los Navy SEAL dijo que mantener esa opción disponible debería ser una “gran prioridad”.
Los pasos militares “en coordinación” con las autoridades mexicanas “enviarían un mensaje a los carteles de que han cruzado una línea roja con la producción de fentanilo”, afirmó Crenshaw.
Estados Unidos estaría trabajando “con y a través del gobierno mexicano” si tomara una acción militar, agregó el congresista, afirmando que “tenemos un peligro claro y presente, básicamente una amenaza paramilitar, justo en nuestra frontera, y tenemos que lidiar con eso.”
En marzo, Crenshaw publicó un tuit en español preguntando al presidente mexicano López Obrador por qué se había opuesto a una propuesta presentada por el congresista en Enero. El documento pedía la autorización del uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga en México.
Casi al mismo tiempo, el senador republicano Lindsey Graham argumentó que era hora de “poner a México en aviso” y sugirió designar a algunos cárteles como “grupos terroristas extranjeros”.
En una aparente respuesta a esos llamados, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador insistió en que su administración “no va a permitir que ningún gobierno extranjero intervenga en México, y mucho menos que intervengan las fuerzas armadas de un gobierno extranjero.”
López Obrador argumentó que México “no recibe órdenes de nadie” y describió cualquier sugerencia de acción militar de Estados Unidos en su país como “irresponsable”.
Fuente: RT