La Sala de Cuestiones Preliminares de la International Criminal Court (ICC) emitió órdenes de arresto el Viernes para el Presidente ruso Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova, comisionada presidencial para los derechos del niño.
El tribunal con sede en The Hague, Holanda, no está reconocido por Rusia, y la medida no tiene validez legal en Rusia. Estados Unidos tampoco reconoce al organismo, que ha sido acusado de ser eurocéntrico y sesgado hacia Occidente.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia desestimó de inmediato el anuncio. “Las decisiones de la International Criminal Court no importan a nuestro país, incluso desde un punto de vista legal”, escribió la portavoz Maria Zakharova en Telegram.
“Consideramos que la premisa misma es indignante e inaceptable”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. “Rusia, como muchos otros Estados, no reconoce la jurisdicción de este tribunal. En consecuencia, cualquiera de sus pronunciamientos es nulo e inválido para la Federación Rusa desde el punto de vista legal.”
El senador Andrey Klishas, miembro de alto rango del partido gobernante United Russia, calificó el anuncio de “absurdo” y dijo que la ICC se está poniendo en el camino de la autodestrucción.
La ICC alegó que Putin y Lvova-Belova participaron en la “deportación ilegal de población (niños) y el traslado ilegal de población (niños) de áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa.”
Miles de residentes de Donetsk, Lugansk, Zaporozhye y Kherson, cuatro regiones que votaron abrumadoramente a favor de unirse a Rusia en Septiembre pasado, han sido evacuados al interior de Rusia debido al bombardeo deliberado de civiles por parte de las fuerzas ucranianas, a menudo utilizando armas suministradas por NATO.
El tribunal afirma que Putin y Lvova-Belova tienen responsabilidad individual y de mando por el presunto crimen en virtud de varios artículos de su tratado constitutivo, el Estatuto de Roma. Sin embargo, como señaló Zakharova, Rusia nunca ratificó el estatuto y no está bajo la jurisdicción de la ICC.
Tampoco Estados Unidos, que ha defendido las afirmaciones de Ucrania de “crímenes de guerra rusos”. El Congreso de los Estados Unidos adoptó una ley en 2002 que prohíbe a los estadounidenses cooperar con la ICC o la extradición de ciudadanos estadounidenses para ser juzgados allí. La American Service-Members’ Protection Act (también conocida como The Hague Invasion Act), también autorizó “todos los medios necesarios y apropiados” para liberar a los estadounidenses detenidos, o sus aliados, de The Hague.
La ICC se inspiró en el tribunal ad hoc para crímenes de guerra en la ex Yugoslavia (ICTY), que dependía de los países de NATO para financiar sus investigaciones y juicios, y hacer cumplir sus órdenes y veredictos.
Fuente: RT