El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó sus condolencias y ofreció apoyo a sus homólogos turco y sirio, después de que un poderoso terremoto causó devastación en ambas naciones el Lunes por la mañana.
En un cable al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Putin pidió transmitir “palabras de sincera simpatía” a las familias de las personas muertas en el desastre y deseos de una pronta recuperación a los sobrevivientes.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, informó que el terremoto mató al menos a 284 personas en su país e hirió al menos a otras 2,324.
Un mensaje separado de Putin al presidente sirio, Bashar Assad, dijo que Rusia “comparte el dolor y la pena” de los sirios afectados por el terremoto y está lista para ayudar a responder a él.
El Ministerio de Salud sirio informó de un número de muertos de al menos 237, con al menos otras 648 personas heridas por el desastre.
El Ministerio de Emergencias de Rusia dijo que ha puesto en alerta a unos 100 rescatistas aerotrasportados y dos aviones de transporte Il-76 que pueden transportarlos a ellos y a su equipo a Turquía con poca antelación. El ministerio dijo que “siempre está preparado para acudir en ayuda de una nación amiga” en peligro.
El epicentro del terremoto de magnitud 7.4 se ubicó en la provincia de Kahramanmaras de Turquía, donde también afectó a las provincias de Gaziantep, Sanliurfa, Diyarbakir, Adana, Adiyaman, Malatya, Osmaniye, Hatay y Kilis. En la vecina Siria, el norte de Aleppo, Hama, Latakia y Tartus fueron los más afectados.