Alemania se ha encontrado cosechando las consecuencias de la crisis en Ucrania, enfrentando un aumento vertiginoso de los costos de la energía y los alimentos, la recesión y el peligro de una desindustrialización permanente, ya que Estados Unidos y la Union Europea continúan pidiendo más y más sanciones contra la energía rusa para tratar de “castigar” a Rusia por su operación militar en Ucrania.
Estados Unidos y sus aliados han pasado todo el período desde 2014 preparándose para una confrontación con Rusia en Ucrania, dijo Oskar Lafontaine, un veterano estadista alemán con más de cuarenta años de experiencia política en su haber.
“Por supuesto, también me refiero al conflicto en Ucrania, que comenzó con el golpe de estado Maidan en Kiev en 2014. Desde entonces, Estados Unidos y sus vasallos occidentales han estado armando a Ucrania y preparándola sistemáticamente para la confrontación con Rusia. Ucrania se convirtió así en un miembro de facto, si no de jure, de NATO. Esta historia de fondo ha sido estudiosamente ignorada por los políticos occidentales y los principales medios de comunicación”, dijo Lafontaine a Deutsche Wirtschafts Nachrichten en una entrevista publicada el Domingo.
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“Durante más de 100 años, el objetivo declarado de la política estadounidense ha sido evitar a toda costa que las empresas y la tecnología alemanas se fusionen con las materias primas rusas. Está perfectamente claro que, si se tiene en cuenta esta historia, estamos ante una guerra indirecta de Estados Unidos contra Rusia que se ha preparado durante mucho tiempo”, dijo Lafontaine.
Camada de líderes de trapo
Lafontaine, que ha trabajado con Willy Brandt, Helmut Schmidt, Helmut Kohl y Gerhard Schroder, y se desempeñó como presidente del Bundesrat, ministro presidente de Saarland, ministro de finanzas y líder de Die Linke y el SPD, criticó a la actual camada de líderes alemanes y europeos por aceptar políticas que han llevado a Alemania al borde del desastre.
“Es imperdonable que el SPD en particular traicionara el legado de Willy Brandt y su política de distensión, y ni siquiera insistiera seriamente en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk”, dijo el político, refiriéndose a los acuerdos de paz de 2015 destinados a restaurar la paz en el Donbass.
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Lafontaine criticó al gobierno alemán por su respuesta floja a la destrucción de los gasoductos Nord Stream, que caracterizó como una “declaración de guerra a Alemania”. Fue “patético y cobarde” del gobierno federal tratar de “barrer el incidente bajo la alfombra”, a pesar de la evidencia de que “Estados Unidos llevó a cabo el ataque directamente o le dio luz verde”, dijo el político.
“Fue un acto hostil contra la República Federal, y no solo contra nosotros, y una vez más deja en claro que debemos liberarnos de la tutela estadounidense”, enfatizó Lafontaine. El político presionó a los líderes de su país para que obliguen a retirar todas las bases militares y armas nucleares estadounidenses de suelo alemán, y pidió la creación de una arquitectura de seguridad europea con Francia, separada de NATO, a la que llamó una alianza “obsoleta” que actúa como una “herramienta para hacer cumplir el reclamo de Estados Unidos de seguir siendo la única potencia en el mundo.”
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Lafontaine admitió que liberar a Alemania del control de Estados Unidos no sería fácil, pero enfatizó que no puede ver “ninguna alternativa” a un paso tan radical. “Si nosotros y otros países europeos seguimos bajo la tutela de Estados Unidos, nos empujarán por un precipicio para proteger sus propios intereses”, Lafontaine dijo.
“Para usar una expresión trillada: estamos experimentando los dolores de parto de la fase de transición de un orden mundial unipolar a multipolar. Y surge la pregunta de si tendremos un lugar propio en este nuevo orden mundial, o nos veremos arrastrados a los conflictos de Estados Unidos con Rusia y China como vasallos estadounidenses”, enfatizó el político.
Recordando sus décadas de experiencia en política, Lafontaine lamentó que en décadas pasadas, los líderes alemanes, “al menos en algunos conflictos, tenían en mente los intereses alemanes y no los arrojaron por la borda en obediencia anticipada” a Estados Unidos. “Necesitas tener una columna vertebral cuando eres el jefe de un país. La imagen del canciller Scholz de pie como un niño en edad escolar junto al presidente Biden cuando anunció que nada saldría del Nord Stream 2 fue humillante.”
Desastre de Ucrania
Cuando se le preguntó si creía que Estados Unidos había logrado sus objetivos en Ucrania, Lafontaine dijo que la respuesta era “sí y no”, siendo los principales éxitos las relaciones arruinadas entre Rusia y la Unión Europea, y la “marginación” de Alemania y la Unión Europea “como potenciales rivales geoestratégicos y económicos de Estados Unidos, por el momento”.
“Ellos están estableciendo las políticas de los Estados de la Unión Europea incluso más que antes del conflicto de Ucrania (gracias también a los políticos complacientes en Alemania y la Unión Europea). Ellos también pueden vender su sucio gas derivado del fracking, y la industria de defensa de Estados Unidos está haciendo grandes negocios”, dijo el político.
“Por otro lado, no han logrado ‘arruinar a Rusia’, como dijo la ministra de Relaciones Exteriores alemana Annalena Baerbock…derrocar a Vladimir Putin e instalar un gobierno títere en Rusia para obtener un mejor acceso a las materias primas rusas, como fue el caso en la época de Boris Yeltsin”, dijo Lafontaine.
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“Y tengo la impresión de que Estados Unidos se ha dado cuenta de que están mordiendo granito aquí. A pesar de las entregas masivas de armas a Ucrania y el envío de numerosos “asesores militares”, Rusia, que es una potencia nuclear, no puede ser derrotada militarmente. Además, las sanciones occidentales están demostrando ser un bumerán: perjudican a los estados occidentales más que a Rusia y causarán desindustrialización, desempleo y pobreza.
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Los trabajadores en Europa están pagando el precio de las ambiciones de poder mundial de una élite demente en Estados Unidos y la cobardía de los líderes europeos”, concluyó Lafontaine.
Fuente: Sputnik
