Un puesto militar estadounidense ilegal en Siria ha sido atacado con misiles, según el US Central Command, que condenó a los atacantes aún no identificados por socavar la “estabilidad ganada con tanto esfuerzo” de la región en medio de la creciente violencia entre Turquía y las facciones kurdas locales apoyadas por Estados Unidos.
Al menos dos proyectiles apuntaron a una “base de patrullaje” ilegal estadounidense cerca de la ciudad de al-Shaddadi, en el noreste de Siria, el viernes por la noche, dijo CENTCOM en un breve comunicado, sin ofrecer detalles sobre quién podría haber llevado a cabo el asalto.
Si bien el ejército estadounidense guardó silencio sobre el tipo de misiles utilizados en el ataque, señaló que las fuerzas kurdas descubrieron más tarde un “tercer cohete sin disparar” en un “sitio de origen”, lo que indica que no se trataba de un ataque transfronterizo y que los proyectiles fueron disparados desde una ubicación relativamente cercana.
“El ataque no causó heridos ni daños a la base ni a la propiedad de la coalición”, dijo el ejército estadounidense. El portavoz del CENTCOM, Joe Buccino, agregó que los ataques “de este tipo ponen en riesgo a las fuerzas de la coalición y a la población civil y socavan la estabilidad y la seguridad de Siria y la región, que tanto han costado ganar”.
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El ataque con cohetes del Viernes se produce pocos días después de que el US Pentagon expresara su “profunda preocupación” por la acción militar en curso de Turquía, afirmando que los ataques de Turquía “amenazaron directamente” al personal estadounidense estacionado en otra base estadounidense ilegal en Siria.
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Hablando más temprano el Viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que su país continuaría sus operaciones “sin importar con quién se confabulen los terroristas”. El jefe de defensa de Turquía, Hulusi Akar, también respondió a la advertencia de Estados Unidos, insistiendo en que “está fuera de discusión que dañemos a las fuerzas de la coalición o a los civiles” y que la única misión de Turquía es perseguir a los grupos terroristas.
Turquía lanzó la Operación Claw-Sword en Irak y Siria la semana pasada, llevando a cabo ataques aéreos y de artillería contra grupos kurdos que considera células terroristas en represalia por un atentado con bomba el 13 de Noviembre en Estambul, que dejó seis personas muertas.
Estados Unidos ha colaborado durante mucho tiempo con los combatientes kurdos en el área bajo el paraguas de la milicia de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), y mantiene ilegalmente alrededor de 900 soldados en el noreste de Siria a pesar de años de objeciones del gobierno de Siria. Un comandante de las SDF insistió en que Estados Unidos tiene el “deber moral” de evitar una posible incursión terrestre de su aliado de NATO, Turquía.
Fuente: RT
