La existencia de esta zona “sin oxígeno” en el Golfo de Omán en Medio Oriente se conoce desde hace 50 años, pero solo recientemente los científicos han logrado medir cómo han cambiado sus fronteras en las últimas décadas. Los resultados fueron mucho peores de lo que esperaba y solo intensifican las preocupaciones sobre las posibles consecuencias catastroficas.
Las llamadas “Dead Zones” son áreas de un océano que carecen, de manera significativa o completa, de oxígeno disuelto para mantener vida acuatica. Como resultado de eso, ningún pez, animal o planta puede sobrevivir en tales zonas; los seres vivos que entran en estas áreas o huyen o mueren allí. Los científicos comenzaron a detectar tales áreas en la década de 1970 y en 2008 habían detectado unas 405 Dead Zones.
La Dead Zone que se encuentra en el Golfo de Omán se conoce desde hace aproximadamente 50 años, pero durante mucho tiempo los científicos no pudieron monitorear su estado.
“El Mar Arábigo es la Dead Zone más grande y más gruesa del mundo. Pero hasta ahora, nadie sabía realmente cuán mala era la situación porque la piratería y los conflictos en el área habian hecho demasiado peligroso recolectar datos”, dijo el Dr. Bastien Queste de la UEA’s School of Environmental Sciences.
Ahora que la situación en la región se ha “enfriado un poco”, los científicos han enviado varios drones submarinos que estudiaron el Golfo y descubrieron que la degradación de los niveles de oxígeno y el crecimiento de la zona eran mucho peores de lo que habían previsto.
La Dead Zone ahora abarca casi 165,000 kilómetros cuadrados (63,700 millas cuadradas), que es más grande que, por ejemplo, el estado de Florida o Escocia. Y ahora está compuesto totalmente de zonas con bajos niveles de oxígeno o sin oxígeno.
“El área de la zona muerta es extensa y está creciendo. El océano es sofocante”, resumió el Dr. Queste.
¿Cuál es el orígen de las Dead Zones?
Aunque esas áreas “sin oxígeno” pueden formarse naturalmente, la que se encuentra en el Golfo de Omán probablemente sea hecha por el hombre (artificial), dicen los investigadores de la US National Oceanic and Atmospheric Administration.
Muchos factores conducen a la creación de Dead Zones en un océano, pero uno de los factores más potentes es la contaminación con nutrientes. Los fertilizantes que usan los agricultores terminan en el océano debido al drenaje del agua. Una vez ahi, interrumpen el ciclo del nitrógeno y comienzan a fertilizar lo que no deberían – algas.
Aunque parecen bastante inofensivas, las algas descompuestas son “comidas” por las bacterias del océano. Sin embargo, estas bacterias también usan activamente oxígeno para sus funciones vitales. A medida que las bacterias crecen, el suministro de oxígeno disminuye hasta que alcanza niveles críticos, explican los científicos.
¿Cuáles son las consecuencias para la humanidad?
“Por supuesto, todos los peces, plantas marinas y otros animales necesitan oxígeno, por lo que no pueden sobrevivir allí. Es un problema ambiental real, con consecuencias nefastas para los humanos que dependen de los océanos para obtener alimentos y empleo”, explicó el Dr. Queste.
En verdad, muchos países de la región utilizan activamente el Golfo de Omán para pescar y les espera una desagradable sorpresa, si la expansión de la Dead Zone continúa. Sin embargo, esta no es la única amenaza que plantean las Dead Zones.
A medida que el suministro de oxígeno en el océano disminuye, el ciclo del nitrógeno se ve cada vez más alterado, lo que lleva a emisiones de óxido nitroso a la atmósfera, explican los científicos de la UEA’s School of Environmental Sciences. Este gas (óxido nitroso) es aproximadamente 300 veces más potente que el dióxido de carbono en términos de crear efecto invernadero que calienta nuestro planeta.
El problema es que el efecto invernadero solo agrava el problema. Los científicos creen firmemente que a medida que los océanos se calientan, su capacidad para contener oxígeno disuelto disminuye lentamente, lo que lleva a la ampliación de las zonas muertas en todo el mundo. Creando así un círculo vicioso que nos amenaza con posibles cambios climáticos y problemas de suministro de alimentos del mar.
Fuente: Sputnik