El intento de décadas de Rusia de integrarse con Occidente no solo ha terminado, sino que incluso la cooperación está ahora fuera de la mesa, advirtió un estratega senior en Moscú. Aleksey Drobinin, jefe del Departamento de Planificación de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, cree que las relaciones futuras solo pueden tener lugar sobre una base “transaccional”.
Drobinin, jefe del Departamento de Planificación de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, escribió en un artículo principal publicado el Miércoles. El explicó que Occidente está tratando de proteger su poder de un mundo multipolar emergente, lo que significa que países como Rusia, que rechazan el llamado “orden basado en reglas” de Washington, deben resistir.
Por lo tanto, después de la crisis actual en Ucrania, no puede haber un retorno a los intentos de acercamiento con Estados Unidos y sus aliados, el argumenta.
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El ataque de Rusia contra Ucrania se convirtió en “un hito en el camino hacia un nuevo orden mundial”, agregó Drobinin. El dirige un departamento responsable de la investigación académica y la planificación estratégica en nombre del ministerio.
“Independientemente de la duración y el resultado de la operación militar especial, incluso ahora podemos reconocer que un período de tres décadas de cooperación en su mayoría constructiva, aunque problemática, con Occidente se ha ido para siempre”, el dijo.
La ruptura disipa “las últimas ilusiones” que los rusos puedan tener sobre los méritos de una “toma amistosa” de su país por parte de Estados Unidos y sus aliados después del colapso de la Unión Soviética, agregó el analista.
El evaluó que en medio de la confrontación actual, la “ecuación irracional de Occidental con ‘progresista’, occidental con ‘atractivo'” de algunas personas en Rusia ya no estaba “actualizada”. Tales estados de ánimo, dijo, persistieron en varias formas desde la época de Peter the Great, quien gobernó el país a fines del siglo XVII y principios del XVIII.
Qué es este “orden mundial basado en reglas” del que las élites occidentales siguen hablando?
El artículo de 3,500 palabras ofrece una vista previa de la próxima actualización del concepto de política exterior de Rusia, un documento que guía el trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores y otras partes del gobierno. Rusia percibe como inevitable la llegada de un orden mundial multipolar, que reemplazaría un breve momento de unipolaridad liderada por Estados Unidos que surgió en la década de los 1990s.
Varios bloques de “civilización”, cada uno liderado por una nación poderosa como Estados Unidos, China o Rusia, serán los participantes en el futuro, pero la configuración exacta aún está por determinarse, predijo Drobinin.
El diplomático acusó a Estados Unidos de socavar activamente las instituciones internacionales y de desestabilizar al mundo en un intento infructuoso de retrasar la reducción de su poder. Rusia está a la vanguardia de la oposición a Estados Unidos, dijo.
“Tenemos que darnos cuenta de que el Occidente colectivo de mentalidad rusófoba es un oponente peligroso y motivado … que sigue siendo fuerte, tiene un potencial tecnológico militar líder y controla una gran parte de los mercados globales, los recursos financieros, las cadenas logísticas y los flujos de información”, el advirtió.
Rusia buscará vínculos más estrechos con actores no occidentales, fomentará la integración regional, ayudará a crear nuevos mecanismos financieros y de gestión internacionales que estén libres del control occidental y, por el contrario, garantizará que tenga voz en cómo funcionará el futuro mundo multipolar, dijo Drobinin.
“Para muchas naciones los problemas agudos son el acceso a la energía barata (no un cambio a la tecnología ‘verde’), el desarrollo socioeconómico (no la versión ultraliberal de los derechos humanos), la seguridad y la igualdad soberana (no la democracia electoral impuesta al estilo occidental)”, el argumentó.
En cuanto a tratar con naciones que Rusia considera “hostiles”, actualmente “solo es posible sobre una base transaccional única … en los casos en que Rusia se beneficiaría y donde no haya otra alternativa adecuada”, dijo el diplomático.
Según Drobinin, Rusia espera que Europa se distancie de Estados Unidos y se convierta en una fuerza propia, a medida que las fuerzas políticas que persiguen la soberanía y los intereses nacionales ganen poder.
Rusia podría “ofrecer a Europa un esquema de cooperación futura que, por un lado, apoyaría los deseos autonomistas de los europeos y, por otro lado, garantizaría que nuestra nación no enfrentaría ningún tipo de amenaza de la dirección europea”, el escribió. Perseguir ese objetivo sería un desafío, el reconoció.
Fuente: RT