Saudi Aramco, la compañía petrolera estatal de Arabia Saudita, anunció el Jueves que ayudaría a construir una nueva instalación de refinación masiva en el noreste de China. La noticia llega un día después de que Arabia Saudita rechazara una solicitud de Biden de ampliar la producción de petróleo para contrarrestar la prohibición estadounidense de comprar petróleo ruso.
Aramco dijo que trabajaría con North Huajin Chemical Industries Group Corporation de China y Panjin Xincheng Industrial Group para construir una refinería integrada masiva y un complejo petroquímico en Panjin, en la provincia de Liaoning. La instalación podrá refinar 300,000 barriles de petróleo por día y tendrá una unidad de cracking de etileno de 1.5 millones de toneladas métricas por año y una unidad de paraxileno de 1.3 millones de toneladas métricas por año.
Las conversaciones para construir el complejo industrial comenzaron en 2019 tras la visita a Beijing del Príncipe Heredero saudí Mohammed bin Salman, pero se detuvieron después de que estallara la pandemia Covid-19. Las negociaciones se reactivaron a principios de Febrero, cuando los saudíes trataron de capitalizar el rápido aumento de los precios del petróleo. En ese momento, el acuerdo estaba valorado en 10 mil millones de dólares, según S&P Global.
El anuncio del acuerdo sigue a dos acontecimientos relacionados. El 4 de Febrero, la empresa estatal rusa de gas Rosneft firmó un acuerdo de 10 años con China National Petroleum Corp (CNPC) para enviar 100 millones de toneladas métricas, o 200,821 barriles diarios de petróleo a refinerías en el noroeste de China.
“De acuerdo con el acuerdo de Rosneft y CNPC, hay perspectivas de interacción elaboradas en relación con un conjunto de áreas de desarrollo de bajo carbono, particularmente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluido el metano, las tecnologías de eficiencia energética, así como la captura y almacenamiento de CO2 (CCS – CO2 capture and storage)”, dijo Rosneft.
Fuente: Sputnik