Un nuevo conflicto global ya está estallando en el ciberespacio, afirmó un alto funcionario de defensa ruso, y agregó que Rusia espera trabajar con Estados Unidos para reducir los riesgos derivados de las escaramuzas digitales de ida y vuelta.
Andrey Krutskikh, un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores encargado de supervisar la cooperación internacional del país en materia de seguridad de la información, habló el Jueves en una conferencia académica sobre el lugar de Rusia en el mundo político actual. Krutskikh afirmó que los ciberataques se han vuelto tan frecuentes y severos que constituyen un nuevo conflicto mundial, oculto a la vista del público.
“Una guerra está teniendo lugar, y está teniendo lugar muy intensamente”, advirtió en su discurso en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú. “Por mucho que actuemos como si todo esto estuviera oculto, de hecho, las hostilidades a gran escala están sucediendo en el ciberespacio. Y en general, los medios de comunicación tienen razón al decir que esto ya es una Tercera Guerra Mundial. Simplemente no sabemos la magnitud del daño, o quién perderá al final, o cuál será la configuración del mundo como resultado de la guerra.”
Krutskikh enfatizó que el Kremlin estaba ansioso por usar la estructura de la ONU para llegar a acuerdos internacionales con respecto a la guerra digital. Sin embargo, se quejó de que Estados Unidos y otras naciones habían interferido con los intentos de Rusia de hacer del asunto una prioridad.
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En Enero, el informó, habrá “una sesión sustantiva de una comisión especial de la ONU para el desarrollo de convenciones para la guerra cibernética”.
La sesión fue una iniciativa respaldada por Rusia, afirmó Krutskikh, y agregó que ” incluso aquí han tratado de usar diferentes excusas para reducir el papel de Rusia, y están introduciendo condiciones para frustrar el proceso de negociación.”
A principios de este año, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impuso sanciones contra Rusia, alegando que el Kremlin había estado detrás del hackeo masivo de la compañía SolarWinds, con sede en Texas, que comprometió los sistemas de más de 100 empresas comerciales de todo el mundo, así como nueve agencias gubernamentales de Estados Unidos. Rusia negó la acusación, diciendo: “Ya es hora de poner las cosas en orden en territorio estadounidense, de donde surgen los constantes ataques a la infraestructura crítica en Rusia.”
En Marzo, la firma de ciberseguridad estadounidense FireEye advirtió que los estadounidenses se enfrentarían a ataques cibernéticos cada vez peores en el futuro. “La gente ni siquiera sabe todas las cosas de las que depende. De repente, la cadena de suministro comienza a interrumpirse porque las computadoras no funcionan”, dijo Kevin Mandia, CEO de la empresa, a Axios.
Fuente: RT