El UK High Court ha concedido la apelación del gobierno de Estados Unidos sobre la negativa a extraditar al cofundador de WikiLeaks, Julian Assange, abriendo la puerta para su eventual juicio en territorio estadounidense por cargos de espionaje.
En Enero, un tribunal de distrito denegó la solicitud de extradición de Estados Unidos, citando el estado mental vulnerable del editor y la posibilidad de que se quitaría la vida si estuviera sujeto a condiciones brutales de prisión en los Estados Unidos.
La decisión del UK High Court no es definitiva, ya que puede ser apelada. La prometida de Assange, Stella Moris, calificó la decisión de “un grave error judicial”. El caso ha sido remitido al Westminster Magistrates Court.
El UK High Court dijo que estaba satisfecho con las garantías del abogado de los Estados Unidos de que las llamadas Special Administrative Measures (SAM) no se aplicarían a Assange cuando estuviera bajo custodia de los Estados Unidos. Una negativa anterior a extraditarlo se justificaba en parte por el hecho de que podía ser sometido a SAMs. El equipo de Estados Unidos argumentó durante las audiencias de apelación que si la parte estadounidense supiera que se trataba de un problema, habría ofrecido garantías de lo contrario durante el proceso original.
Las SAM son restricciones especiales que el sistema penitenciario estadounidense puede ordenar para los reclusos considerados peligrosos. Estas incluyen aislamiento de otros prisioneros en una prisión de maxima seguridad. Los críticos dicen que son deshumanizantes y en algunos casos pueden equivaler a tortura psicológica.
Assange ha estado en varias formas de aislamiento desde Junio de 2012, cuando se refugió en la Embajada ecuatoriana en Londres. Se le concedió el asilo debido a un largo proceso de extradición a petición de Suecia, que en el momento estaba tratando de investigar sobre él acusaciones de que él tuvo relaciones sexuales con dos mujeres sin recibir su consentimiento para no usar protección. Los cargos han sido retirados.
Assange dijo que la acusación de Suecia era una artimaña destinada a llevarlo a suelo sueco, donde sería sometido a una solicitud de extradición por parte de los Estados Unidos. Assange violó la libertad bajo caución que le otorgó el sistema juducial del Reino Unido despues que se refugio en la embajada.
Después de que un nuevo gobierno tomara el poder en Ecuador, que luego buscó un acercamiento con Estados Unidos, la situación de Assange en la embajada se volvió insegura. En 2019, la policía metropolitana británica fue invitada a detenerlo. Assange fue declarado culpable de violar la fianza y retenido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh durante la duración de su juicio de extradición en Estados Unidos.
Mientras se encontraba en la embajada, Assange fue objeto de vigilancia secreta, presuntamente llevada a cabo por una empresa de seguridad contratada para proteger la embajada e infiltrada por la CIA. Según se informa, la agencia de espionaje estadounidense también contempló secuestrar o incluso asesinar a Assange, después de que WikiLeaks obtuviera valiosos archivos relacionados con las herramientas de hacking de la CIA, que la organización de transparencia denominó “Vault 7”.
Estados Unidos acusó a Assange de una serie de crímenes relacionados con sus comunicaciones con denunciantes, el más importante es Chelsea Manning, quien filtró a WikiLeaks materiales clasificados sobre las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Assange se enfrenta a hasta 175 años de prisión si es declarado culpable.
Los partidarios de Assange dicen que el está siendo perseguido por exponer los crímenes del gobierno de Estados Unidos y sus aliados, y que los países que lo enjuician están desalentando efectivamente el periodismo de investigación a escala mundial.
Fuente: RT