La White House press secretary, Jen Psaki, defendió la decisión de la administración Biden de “renunciar” a las sanciones contra Nord Stream 2 diciendo que el gasoducto Rusia-Alemania estaba casi completo y que no se podía hacer nada para detenerlo.
El US State Department anunció el Miércoles que estaba sancionando a una serie de navios y compañías, pero inmediatamente “renunció” a las sanciones contra Nord Stream 2 AG y su CEO Matthias Warnig, citando intereses nacionales.
Cuando se le preguntó sobre esto el Jueves, Psaki le dijo al reportero de Fox News Peter Doocy que Estados Unidos continúa oponiéndose al gasoducto como un “proyecto geopolítico ruso”, pero que en su mayoría estaba completado cuando Joe Biden prestó juramento como presidente.
Doocy había señalado que uno de los primeros movimientos de Biden fue cancelar el oleoducto Keystone XL de Canadá como una forma de mostrar “liderazgo climático”, lo que, dijo, apenas encaja para permitir que Nord Stream 2 continúe.
“¿De qué manera íbamos a detener un proyecto en otro país que había sido construido en un 95%?” Psaki replicó, y agregó que Estados Unidos ha señalado su oposición a través de “canales públicos y privados”, incluidas las sanciones del Miércoles.
A pesar de la tardía y candida admisión de Psaki, Estados Unidos ciertamente ha tratado de hacer precisamente eso. Nord Stream 2 – una expansión del gasoducto en el lecho del Mar Báltico que ha estado bombeando gas natural ruso a Alemania desde 2011 – debía completarse a finales de 2019. Sin embargo, primero se retrasó por Dinamarca quien retuvó los permisos necesarios, bajo la presión de Estados Unidos, y luego por la administración del presidente Donald Trump intimidando con éxito al contratista suizo-holandés Allseas con sanciones en Diciembre de ese año.
Una vez que Rusia envió sus propios buques para terminar el proyecto, los Estados Unidos se habían quedado sin opciones. Sancionar a Alemania directamente “impactaría negativamente las relaciones de Estados Unidos” con Alemania y “la Union Europea y otros aliados y socios europeos” que la administración Biden necesitaba para implementar su agenda de política exterior, dijo el State Department al Congreso estadounidense en un informe sobre las sanciones.
“Creo que esto es una farsa para evitar el ridiculo, para ser franco y honesto”, dijo el profesor Richard Wolff, presentador del programa de radio/TV y podcast ‘Economic Update’, a Boom Bust de RT. “Al castigar o decir que vas a castigar a algunos navios rusos, puedes parecer un tipo muy duro”.
Los veteranos de la administración Trump todavía tenían la esperanza de que los Greens alemanes podrían detener de alguna manera el oleoducto para que no entrara en funcionamiento, si y cuando triunfen en las elecciones alemanas este otoño. Todos los republicanos se quedaron con los puntos de conversación demócratas utilizados contra Trump, es decir, acusándolo de ser “blando con Rusia”, que la White House y sus medios de comunicación amigos habian ignorado o hecho a un lado.
Estados Unidos se ha opuesto al gasoducto ruso Nord Stream 2 alegando que privaría a Ucrania de miles de millones de dólares en tarifas de tránsito, mientras intenta presionar a la Unión Europea para que compre gas natural líquido producido en Estados Unidos, a un precio mucho más alto que el gas natural ruso.
Fuente: RT