Al menos 36 receptores de las vacunas Covid-19 de Pfizer y Moderna en los Estados Unidos han desarrollado un raro trastorno inmunologico que ataca la sangre, según informes. Un paciente está muerto, y los médicos no pueden descartar culpar a la vacuna.
El Dr. Gregory Michael, un obstetra-ginecólogo de 56 años que dirigió su propia consulta en el Mount Sinai Medical Center de Miami Beach durante más de una década, murió en Enero de una hemorragia cerebral. El había recibido una dosis de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech dos semanas antes, e inmediatamente desarrolló immune thrombocytopenia, un trastorno sanguíneo raro y a veces mortal.
Michael es una de las al menos 36 personas que han desarrollado la afección después de recibir las vacunas contra el coronavirus de Pfizer o Moderna, según un informe del New York Times publicado el lunes. Los casos se reportaron al Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) del gobierno estadounidense antes de finales de Enero, lo que significa que más personas podrían haber desarrollado la condición desde entonces.
La Immune thrombocytopenia es una afección rara que afecta a aproximadamente 50,000 personas en los Estados Unidos. La afección es causada por el propio sistema inmunologico del cuerpo que ataca a las plaquetas, que son el componente de la sangre responsable de la coagulación. Con una sangre incapaz de coagularse, los pacientes a menudo desarrollan moretones internos o externos, que pueden parecer una erupción. En varios casos, como el de Michael, la afección ha causado hemorragias masivas o derrames cerebrales.
Una paciente contactada por The Times sufrió un sangrado vaginal abundante dos semanas después de recibir la vacuna de Moderna y requirió transfusiones de plaquetas y tratamiento con esteroides para sobrevivir. Otra mujer fue hospitalizada con moretones y llagas sangrando en su boca justo un dia despues de recibir la misma vacuna. Su condicion se deterioro al punto de que los doctores preocupados de que un golpe leve ocasionara un desangrado mortal estuvieron temerososos de moverla de su cama en el hospital.
No todos los casos pueden vincularse concluyentemente con las vacunas, pero el Dr. James Bussel, hematólogo y experto en la enfermedad, dijo al Times que una asociación “es posible.”
“Habiendo sucedido después de una vacuna es bien conocido y se ha visto con muchas otras vacunas”, el dijo. “Porqué sucede esto, No lo sabemos.”
A diferencia de las vacunas tradicionales, que utilizan una forma inactiva del patógeno contra el que protegen, tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna son vacunas mRNA. Tecnológicamente nuevas y, por lo tanto, no probadas en masa, estas vacunas funcionan introduciendo en las células del cuerpo una cadena de RNA con instrucciones que le dicen al DNA de la persona cómo comenzar a producir anticuerpos.
Los investigadores de la Cambridge University afirman que los efectos secundarios podrían incluir “reacciones autoinmunes”, pero los científicos de Harvard dicen que las vacunas de mRNA producen” un tipo de inmunidad más fuerte ” que sus contrapartes tradicionales.
La Immune thrombocytopenia también puede desarrollarse como resultado de ciertos medicamentos y cánceres, de la gripe y, aparentemente, del propio Covid-19. Ya en la primavera pasada, mucho antes de que las vacunas estuvieran a punto de completarse, los médicos en los Estados Unidos, Europa, India y China notaron la condición en los pacientes con Covid y sospecharon un vínculo.
Funcionarios de la Food and Drug Administration (FDA) y los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) dijeron que están investigando los informes del VAERS, mientras que tanto Pfizer como Moderna dijeron al The Times que están monitoreando la seguridad de sus vacunas.
Los médicos contactados por The Times todavía insisten en que la vacunación es segura, y que el riesgo de desarrollar una enfermedad grave por el coronavirus sigue siendo mayor que el riesgo de efectos secundarios de la vacuna.
Fuente: RT