Un informe estadounidense que disputaba el tamaño de las supuestas reservas de armas de destrucción masiva (WMDs) de Iraq antes de la invasión de 2003 no fue compartido con el gobierno del Reino Unido, dijo el ex primer ministro británico Gordon Brown.
Escrito en su libro de memorias recién publicado, el entonces canciller del gobierno laborista de Tony Blair dijo que cree que los Estados Unidos ocultaron deliberadamente información, agregando que el sintio que el Reino Unido fue “engañado” sobre el tema utilizado como justificación para la guerra contra Iraq.
“Si estoy en lo cierto de que en algún lugar del sistema estadounidense se conocía la verdad sobre la inexistencia de armas en Iraq, entonces no solo fuimos desinformados, sino engañados sobre el tema crítico”, el dice en su libro ‘My Life, Our Times’.
Brown dijo que, en la preparación de la invasión, se le informó que los servicios de inteligencia tenían un conocimiento detallado de dónde se almacenaban las armas.
“Recuerdo haber pensado en ese momento que era casi como si pudieran darme el nombre de la calle y el número donde estaban ubicadas las armas”, escribe.
Pero un informe encargado por el entonces Secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld en septiembre de 2002 desmintió esta información, diciendo que la inteligencia se basaba en “suposiciones analíticas”. El informe estadounidense, que desmintió la afirmación de que Iraq era capaz de fabricar armas de destrucción masiva, se filtró el año pasado.
“Es sorprendente que ninguno de nosotros en el gobierno británico haya visto este informe estadounidense”, escribe Brown. “Ahora está claro cuánto este informe desafió la versión oficial”.
Citando la afirmación del informe de que Iraq era incapaz de atacar las bases del Reino Unido en Chipre, Grecia y Turquía con misiles, en contradicción con el infame expediente de las armas de destrucción masiva, Brown señala el rol relevante de Rumsfeld en el aparente engaño.
“Rumsfield fue informado: ‘Nosotros dudamos que todos los procesos estén en su lugar para producir misiles de mayor alcance’, escribe el ex Primer Ministro.
Publicado en julio de 2016, el Chilcot Report sobre la participación del Reino Unido en la Guerra de Iraq descubrió que el gobierno de Tony Blair se había unido a la invasión antes de que todas las opciones pacíficas se hubieran agotado.
Sir John Chilcot, el funcionario jubilado designado para presidir la revisión, también encontró que “los juicios sobre la gravedad de la amenaza planteada por las armas de destrucción masiva de Iraq se presentaron con una certeza que no estaba justificada”.
La revisión, que tardó casi siete años en publicarse, es igualmente crítica de la forma en que el gobierno de Tony Blair examinó la inteligencia. “Ahora está claro que la política sobre Iraq se hizo sobre la base de inteligencia y evaluaciones defectuosas. No fueron puestos en duda, y deberían haber sido “, decía el informe.
Fuente: RT
