La ex embajadora de Estados Unidos en la ONU Samantha Power, infame por sus discusiones a gritos con el difunto embajador ruso Vitaly Churkin sobre Siria, fue elegida por Joe Biden para dirigir la US Agency for International Development (USAID) en su administración.
Aunque su nombramiento se rumoró en Washington durante semanas, el equipo de transición de Biden lo confirmó oficialmente el Miércoles. Power es mejor conocida por su defensa del intervencionismo “humanitario”. Como ayudante en la White House de Obama, defendió la intervención de Estados Unidos en Siria y Libia – donde militantes islamistas respaldados por Estados Unidos trataron de derrocar a los gobiernos seculares – en nombre de detener el “genocidio.”
© REUTERS/Andrew Kelly
Power “será una fuerza poderosa para levantar a los vulnerables, marcar el comienzo de una nueva era de progreso y desarrollo humano, y promover los intereses estadounidenses en todo el mundo”, dijo el equipo de transición de Biden en un comunicado. En una declaración separada, la vicepresidente entrante Kamala Harris dijo que Power ayudará a restaurar “el liderazgo global de Estados Unidos como defensor de la democracia”.
Mr. Biden, Quien le pidió a Estados Unidos que “lidere el mundo”? – Timothy Bancroft-Hinchey
El modelo para esa promoción ha sido el libro de Power de 2002 titulado “A Problem from Hell: America and the Age of Genocide”, en el que buscó definir la política exterior de los Estados Unidos como encontrar y detener los genocidios que estaban ocurriendo en todas partes del mundo.
Power nació en Londres, Reino Unido y pasó parte de su infancia en Irlanda hasta que sus padres se mudaron a los Estados Unidos en 1979. Se graduó de Yale y trabajó como corresponsal de guerra durante la guerra en Yugoslavia.
Samantha Power a la cabeza de USAID debería activar alarmas a nivel mundial
La US Agency for International Development (USAID), es un instrumento para aplicar golpes de estado blandos supuestamente utilizado por la inteligencia de Estados Unidos para ejecutar cambios de régimen en paises soberanos y otras transacciones cuestionables al amparo de la administración de supuesta ayuda humanitaria o “promover la democracia.”
La USAID, una agencia ostensiblemente independiente con vínculos con el US State Department, es conocida por invertir dólares de los contribuyentes estadounidenses en grupos de la “sociedad civil” en países donde posteriormente germinan “revoluciones” respaldadas por Estados Unidos, ya sea Nicaragua, Venezuela, Ucrania, o en otros lugares.
Fuente: RT