Los entresijos de la guerra de Siria no cesan de revelar sus páginas negras y ocultas.
En marzo de 2013, Saudi Arabia convocó a la milicia que financia en Siria para que “iluminara la capital siria, Damasco con fuego y arrasara su aeropuerto” internacional.
Esta información fue revelada por un documento ultra secreto de la National Security Agency de Estados Unidos (NSA) y publicado por el sitio web estadounidense The Intercept.
El sitio señaló que los emires saudíes estuvieron detrás del asalto a gran escala lanzado contra la capital siria el 18 de marzo de 2013.
Ese día, bombardeos intensos con proyectiles de 120 mm y coches bomba afectaron a la capital siria.
El documento cita expresamente al príncipe Salman bin Sultan, que era entonces viceministro de Defensa. Él suministró la cantidad de 120 toneladas de explosivos y misiles a los grupos terroristas a fin de incendiar Damasco.
Según The Intercept, el documento de la NSA es el fruto de los esfuerzos de seguimiento y vigilancia llevados a cabo por la NSA sobre los grupos armados en Siria.
“El 18 de Marzo de 2013, los grupos de milicianos lanzaron misiles contra blancos situados en el corazón de la capital siria, en lo que pareció ser una demostración de fuerza bajo la bandera del Ejército Sirio Libre”, indicó el documento.
The Intercept revela que los saudíes apostaron desde el principio por el derrocamiento del presidente sirio, Bashar al Assad, y es el príncipe Saudi Salman Ben Sultan quien siguió de cerca la guerra contra Siria como oficial de inteligencia antes de ser promovido a viceministro de Defensa en 2013.
La NSA cita las ordenes detalladas que los saudíes dieron a los rebeldes para “iluminar Damasco con fuego”, y añade que después de los ataques ellos expresaron su satisfacción por los resultados que se consiguieron.
Estados Unidos también sabía de este ataque, dice el texto de la NSA.
Este documento “muestra el alcance de la participación de fuerzas extranjeras en las acciones armadas en Siria (de los grupos terroristas opositores) y su interferencia directa en la elección de operaciones para que sus aliados locales las realizaran”, concluye el sitio estadounidense.
“Parece que varias milicias estuvieron involucradas en estas acciones. Ellas se hacían pasar por facciones diferentes del ESL, pero parece que todas estaban vinculadas al mismo patrocinador regional, es decir Arabia Saudíta”.
Adeline Chenon-Ramlat, la periodista francesa que vivió en Siria y fue testigo de estos hechos, asegura que la proliferación de milicias y grupos armados fue una acción premeditada, dictada por las potencias regionales que patrocinaron las protestas y actuaron para militarizarlas.
Fuente: The Intercept