La fallida candidata presidencial estadounidense Hillary Clinton autorizó un plan para enlodar a su entonces rival Donald Trump con acusaciones sobre el hackeo electoral ruso con el fin de distraer al publico estadounidense de su escándalo de los correos electrónicos, parecen mostrar documentos recién desclasificados.
Hillary Clinton aprobó la propuesta de un asesor para “vilificar a Donald Trump al provocar un escándalo que reclamara la interferencia de los servicios de seguridad rusos” en julio de 2016, según información desclasificada el Martes 29 de Septiembre por el US Director of National Intelligence John Ratcliffe. La escandalosa revelación se hizo pública en una carta al US Senate Judiciary Committee chair Lindsey Graham (RS Carolina), en respuesta a una solicitud de información relacionada con la investigación del FBI Crossfire Hurricane (Russiagate).
Las mentiras son el camino elegido por Estados Unidos para el dominio global – Paul Craig
A finales de Julio de 2016, las agencias de inteligencia estadounidenses habían recogido informes de que sus contrapartes rusos no solo sabían del esquema, sino que Hillary Clinton estaba detrás de él, aunque el material desclasificado enfatiza que la comunidad de inteligencia estadounidense “no conoce la precisión” de la afirmación de que Clinton había autorizado tal plan, o si los rusos estaban exagerando. Sin embargo, el entonces director de la CIA John Brennan aparentemente siguió esa evaluación al informar al entonces presidente Barack Obama sobre el esquema de desprestigio ruso ideado por Clinton, según sus notas manuscritas – lo que sugiere que las agencias de espionaje eran muy conscientes de lo que estaba pasando.
La noticia causó un escandalo entre los partidarios del presidente Trump y otros escépticos del Russiagate, uno de los cuales observó que el momento de los eventos descritos en el material desclasificado encajaba perfectamente con el calendario en el que Russiagate se dio a conocer al público estadounidense. El empleado de Hillary Clinton, Robby Mook, apareció en CNN el 24 de Julio de 2016 para afirmar que “los actores del estado ruso irrumpieron en el Democratic National Committee – DNC” y “robaron” los correos electrónicos de la campaña “con el propósito de ayudar a Donald Trump.”
El ex agente de inteligencia británico Christopher Steele presentó su informe alrededor de la misma fecha, acusando a la campaña de Trump de colusión con los servicios de seguridad rusos para hackear el DNC y divulgar los correos electrónicos a través de WikiLeaks. La información falsa que componía el infame “peepee dossier”- recopilado bajo contrato de la firma de investigación de la oposición Fusion GPS, se utilizó para justificar la obtención de una orden de FISA para el asistente de campaña de Trump, Carter Page. Esa orden, y otras que siguieron, desde entonces han sido declaradas inválidas, ya que se descubrió que el gobierno de Obama había “violado su duty of candor” en su solicitud para cada orden.
Apenas un mes antes de las elecciones de 2016, las agencias de inteligencia de Obama anunciaron que creían que Rusia era responsable de hackear el DNC – las acusaciones que ha surgido desde entonces se hicieron sin siquiera examinar el servidor en el que se almacenaron los correos electrónicos.
Más de un año después de la publicación del informe del Special Counsel Robert Mueller sorprendió a los verdaderos creyentes de Russiagate con la ausencia de la prueba prometida de colusión, la colosal teoría de conspiración se ha revelado.
Fuente: RT