Las violentas protestas en Bielorrusia después de las elecciones presidenciales del Domingo fueron dirigidas desde el extranjero, afirmó el reelecto presidente bielorruso Alexander Lukashenko. El también culpó a países extranjeros por problemas de conexión a Internet en Bielorrusia.
Los servicios especiales del país interceptaron llamadas telefónicas de Polonia, Reino Unido y la República Checa el día de las elecciones, dijo Lukashenko.
“…Ellos estaban controlando nuestras, perdón, ovejas: (nuestras ovejas) no entienden lo que están haciendo y ya están siendo controladas”.
Apagar Internet en Bielorrusia no fue la iniciativa del gobierno, también se hizo desde el extranjero, Lukashenko agregó.
El presidente prometió que no permitirá un golpe de estilo Maidan, como el de Ucrania en 2014, en su país, instando a los manifestantes a “calmarse”, según lo citado por la agencia de noticias estatal BelTA.
El también aconsejó a los padres que mejor cuiden a sus hijos, que se unen a los mítines, para “evitar el dolor” en el futuro.
Protestas masivas envolvieron la capital, Minsk y otras ciudades bielorrusas después de que las urnas cerraron el Domingo.
En medio de violentos enfrentamientos, la policía utilizó gases lacrimógenos, cañones de agua, granadas flashbang y otros medios para dispersar a las multitudes enfurecidas. Las autoridades dijeron que unas 3,000 personas fueron arrestadas, con más de 50 manifestantes y 39 oficiales heridos. Activistas locales de derechos humanos dijeron a los medios que una persona murió, pero las autoridades rechazaron esa afirmación.
Injerencia extranjera descarada
Respondiendo a las acusaciones de Lukashenko, el ministro de exteriores polaco Jacek Czaputowicz las llamó “sin fundamento”.”Polonia todavía estaba interesada en tener buenas relaciones con Bielorrusia, dijo el ministro, pero señaló que la campaña electoral bielorrusa, que se vio empañada por las detenciones de candidatos de la oposición, y el uso de la fuerza contra los manifestantes por la madrugada “contradijó las normas internacionales.”
“La Unión Europea debe actuar para prevenir la violencia en Bielorrusia”, declaró Czaputowicz, y agregó que Polonia estaba “esperando que las autoridades bielorrusas pongan fin a las represiones.”
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa también rechazó las acusaciones de Lukashenko, insistiendo en que el país “respeta la soberanía de Bielorrusia.”
Sin embargo, dijo que la República Checa “siempre apoyará la libertad de expresión y reuniones, así como la competencia política democrática. Y las elecciones en Bielorrusia “no pueden llamarse libres y democráticas”, agregó el ministerio checo.
Fuente: RT