Después de que Puerto Rico fue impactado por el huracán María la semana pasada, un huracán categoría 4 con vientos de 150 mph, la isla ha quedado en ruinas. Después de sufrir cortes de energía electrica generalizados debido al huracan Irma, un millón de puertorriqueños se quedaron sin electricidad. 60,000 aún no habían recobrado la energua electricar cuando el huracan María trajo consigo un apagón total de toda la isla y una grave escasez de alimentos, agua y otros suministros.
Al dia de hoy todavía no hay energía en la isla excepto por un puñado de generadores que proporcionan electricidad a los edificios de alta prioridad como los hospitales selectos, y la isla probablemente no volverá a la restauracion total de la energia electrica durante otro medio año. Esto también significa que no hay torres del teléfonia cellular en operacion ni comunicacion mobil en toda la isla.
Debido al apagón, muchos residentes dependen de pequeños generadores de gas y el combustible se está agotando (aunque las autoridades de Puerto Rico insisten en que es un problema de distribución, no una escasez). Los puertorriqueños esperan en largas filas de hasta seis horas para conseguir combustible, mientras que muchas estaciones de combustible se han quedado completamente vacias.
En la mayor parte de Puerto Rico tampoco hay agua – eso significa que no hay duchas, no hay baños sanitarios , y no hay agua potable sin embotellar. En algunas de las partes más remotas de la isla, los trabajadores de rescate apenas empiezan a llegar.
Puerto Rico está experimentando todas las catástrofes normales provocadas por un huracán desvastador – y otras mas. En Houston después de Harvey y Florida después de Irma, los sistemas de bombeo de aguas residuales dejaron de funcionar, causando el derramamiento severo de las aguas residuales. Esto casi se garantiza que ocurra en Puerto Rico debido a los apagones sostenidos, pero se verá exacerbado por el hecho de que el sistema eléctrico de la isla ya estaba “deteriorado e inseguro”.
De hecho, casi todos los problemas enfrentados típicamente a raíz de un desastre natural son amplificados y acelerados en Puerto Rico debido a los problemas financieros y ambientales que existen desde hace mucho tiempo y a los escasos trabajadores de rescate y socorro.
Florida y Texas también se ocupan de la contaminación de los sitios Superfund, pero Puerto Rico tiene 23 sitios en su área relativamente pequeña.
Según el Departamento de Salud y Servicios Públicos de los Estados Unidos, un sitio Superfund es “cualquier terreno en los Estados Unidos que ha sido contaminado por desechos peligrosos e identificado por la EPA como un candidato para la limpieza porque representa un riesgo para la salud humana y / el medio ambiente “. Estos sitios figuran en la Lista de Prioridades Nacionales, la cual es una lista de los casos más graves de contaminación ambiental en los Estados Unidos y sus territorios. Estos son lugares donde una persona ni siquiera puede caminar sobre el terreno y respirar el aire sin poner en peligro gravemente su salud.
Incluso dentro de la designación de Superfund, los sitios pueden ser clasificados por su nivel de catastrofismo, y Puerto Rico es el hogar de uno de los peores. Durante sesenta años, los militares estadounidenses utilizaron Vieques, una isla periférica, para realizar extensas pruebas con bombas. Dos tercios de la isla ahora tienen niveles extremos de contaminación que se ha relacionado con desproporcionadamente altos indices de cáncer entre los 9,000 residentes. Incluso hoy Vieques permanece cubierto con bombas, balas y proyectiles sin explotar.
Puerto Rico también tiene más contaminantes que preocuparse gracias a la industria del carbón, que ha estado almacenando ceniza de carbón en el sur de Puerto Rico. Según Adriana Gonzales del Sierra Club, una pila de cenizas de carbón al aire libre de cinco pisos ubicada junto a una comunidad de bajos ingresos y minorías en la ciudad de Guayama amenaza con contaminar toda la zona debido a su contenido de metales pesados como arsénico, mercurio , y cromo que se liberarán cuando la lluvia licúa las cenizas.
La industria del carbón también descargó miles de toneladas de cenizas de carbón en los rellenos sanitarios de Puerto Rico durante años, una práctica común que recientemente se ha convertido en un desastre ambiental debido a la crisis financiera del territorio. Aunque la ceniza no es de Puerto Rico (es propiedad de “Pennsylvania-based Applied Energy Systems”) ahora se enfrentan con su carga tóxica, a pesar de que el gobierno de Puerto Rico ordenó a la compañía cubrir y asegurar la pila debido a la amenaza del huracán Irma , semanas antes de que el huracan María impactara la isla.
Los desastres ocasionados por el huracan María en Puerto Rico resultaran en un largo camino hacia la recuperación. A pesar de que la isla es el hogar de 3.5 millones de ciudadanos estadounidenses, la ayuda es poca y muy lejana en comparación con la respuesta en los Estados Unidos, y la pobreza preexistente y los ambientalmente peligroso sitios Superfund en la isla hará la reconstrucción un negocio difícil y tóxico, que costar miles de millones de dólares.
Fuente: OilPrice