El despliegue de un par de bombarderos pesados rusos Tu-160 Supersónicos con capacidad nuclear en Venezuela fue recibido con mucha aprensión y severas reprimendas en los Estados Unidos, y representó un movimiento sin precedentes por parte de Rusia para fortalecer su posición en América Latina y socavar la posición estadounidense en su tradicional esfera de influencia.
La decisión de Rusia de desplegar el avión, que podría convertirse en parte de un estacionamiento permanente de los activos rusos allí, se percibe en gran medida como una respuesta a la creciente presencia militar del Bloque Occidental en la esfera de influencia de Rusia y la expansión de la alianza militar NATO en los antiguos paises del Warsaw Pact y la ex Unión Soviética. Las intervenciones militares occidentales contra Siria, Libia y otros socios rusos en las ultimas decadas para instalar gobiernos titeres occidentales han llevado a una percepción en Rusia de que tanto la influencia global del país como sus intereses de seguridad están seriamente amenazados por las acciones occidentales. El despliegue del Tu-160 representa un esfuerzo ruso para moverse a una posición ofensiva y tomar represalias contra los Estados Unidos en su propia esfera de influencia.
Las implicaciones completas del despliegue del bombardero hypersonico nuclear ruso Tu-160 solo se pueden entender completamente si se consideran las capacidades de su arsenal.
Si bien el bombardero es una impresionante plataforma de cuatro motores de largo alcance, capaz de superar el doble de la velocidad del sonido, sus misiles le permiten atacar objetivos en gran parte de los Estados Unidos a distancias desde el espacio aéreo venezolano. En particular, el arsenal del bombardero de seis misiles de crucero con evasión de radar Kh-101/102 o doce de los más pequeños pero hypersónicos Kh-15 son capaces de representar una amenaza núclear para TODO el territorio continental de los Estados Unidos.
Misil núclear Kh-102
El misil Kh-101/102 entró en servicio en 2012, y es extremadamente difícil de detectar debido a su trayectoria de vuelo a baja altitud – por debajo de los sistemas de infrarrojos y radar – y al uso de material composite que son invisibles (absorben) al radar. El misil hace uso del sistema de navegación por satélite GLONASS, un análogo ruso para GPS, y guía de TV terminal. El misil tiene un alcance de vuelo de aproximadamente diez horas, y su alcance mínimo estimado es de aproximadamente 3,000 km. Esto significa que los bombarderos Tu-160 que circulan sobre los aeródromos venezolanos alrededor de Caracas serían capaces de lanzar ataques contra objetivos en los Estados Unidos – mientras que están más allá del rango de represalia de los activos antiaéreos estadounidenses.
Alcance de los misil crucero Kh-101/102 del Tu-160 que evaden radar cuando son disparados por bombarderos sobre aeródromos de Venezuela (alcance mínimo estimado – 3,000 km)
La estimación del alcance máximo del misil Kh-101 es de 5,500 km, lo que colocaría a todo el territorio continental de los Estados Unidos y a gran parte de Canadá dentro del alcance de los bombarderos Tu-160 sobre los aeródromos venezolanos. La precisión del misil, como lo demuestran sus despliegues contra objetivos islamistas en Siria en rangos extremos desde el 2015, es extremadamente alta. Sin embargo, es particularmente amenazante el misil Kh-102 – la variante del misil que lleva una cabeza nuclear mientras que el misil Kh-101 está armado convencionalmente. Un bombardero nuclear hypersonico Tu-160 armado con tales misiles es potencialmente capaz de realizar ataques tácticos en objetivos vitales en todo el territorio continental de los Estados Unidos, como el Pentágono y las principales bases aéreas. Por lo tanto, un estacionamiento permanente de bombarderos Tu-160 armados con misiles Kh-102 en Venezuela, particularmente factible dada la expansión actualmente en curso en la flota de bombarderos rusos, representaría una amenaza nueva y sin precedentes para los intereses de seguridad de Estados Unidos.
Bombardero núclear hypersonico Tu-160 de la Russian Air Force
Si bien los bombarderos Tu-160 son más que capaces de atacar el territorio estadounidense continental desde la propia Rusia, desplegar los bombarderos en Venezuela ofrece dos ventajas adicionales. El primero es que los sistemas de misiles tierra-aire de Estados Unidos diseñados para interceptar ataques nucleares – si bien su historial de rendimiento a menudo ha sido cuestionable – se concentran en gran medida en las trayectorias potenciales de los misiles balísticos y de crucero rusos si se disparan desde territorio ruso. Tales misiles se acercarían hacia las costas este y oeste estadounidense, desde el Lejano Oriente de Rusia, cerca de Alaska o a lo largo de la frontera norte estadounidense, si se llevan a cabo ataques desde el Ártico ruso – donde está estacionada gran parte de la flota de bombarderos del país.
Esto dejaría al territorio continental de los Estados Unidos expuesto a ataques nucleares, y podría llevar a que miles de millones de dólares del presupuesto de defensa del país se desvíen para la adquisición de más defensas antimisiles para proteger la vasta frontera sur del país contra ataques con misiles – todo por un despliegue de relativamente insignificante costo para la propia Rusia.
Alcance de los misiles crucero Kh-101/102 del Tu-160 que evaden radar cuando son disparados por bombarderos sobre aeródromos de Venezuela (alcance maximo estimado – 5,500 km)
El segundo beneficio que Rusia puede obtener con un despliegue en Venezuela es que coloca a los bombarderos Tu-160 en una posición ideal para utilizar sus misiles Kh-15. Si bien estos misiles carecen de las mismas trayectorias bajas o capacidades de evasión de radar que el Kh-101/102, los misiles son extremadamente difíciles de interceptar debido a sus velocidades escarpadas – que se acercan a Mach 5 – y pueden transportar ojivas nucleares.
Misil núclear Kh-15
Aunque limitado a un alcance de 300 km, lo que hace que su despliegue contra el territorio continental de Estados Unidos sea difícil para los bombarderos con base en Rusia, los aviones Tu-160 con base en Venezuela pueden servir como vehículos de entrega de estos misiles. Si bien los misiles Kh-15 carecen de la precisión del Kh-102, son un activo estratégico potencialmente valioso y dos bombarderos TU-160 pueden desplegar hasta dos docenas de misiles contra múltiples objetivos en gran parte del territorio continental de Estados Unidos. Esto representa una amenaza nuclear para Estados Unidos continental desde el hemisferio occidental sin precedentes desde la crisis de los misiles cubanos.
Bombardero núclear hypersonico Tu-160 de la Russian Air Force
En última instancia, la naturaleza de la respuesta de Estados Unidos al nuevo despliegue de bombarderos rusos sigue siendo incierta, pero bien podría ser la primera de muchas medidas de Rusia para fortalecer su posición en América Latina – posiblemente seguida por el establecimiento de una presencia militar grande y permanente en Venezuela. Al igual que el despliegue de las fuerzas rusas en Siria sirvió como un elemento disuasorio clave para la acción militar estadounidense y europea para derrocar al gobierno legitimo de Siria, también podría una presencia militar rusa en Venezuela escudar significativamente al gobierno en Caracas contra la posible acción militar externa. Esto, combinado con una considerable asistencia brindada al ejército venezolano para modernizar sus sistemas de armas y capacitar a sus militares, y la adquisición por parte del estado sudamericano de grandes cantidades de hardware ruso de alta gama, descartarán efectivamente una opción militar estadounidense contra el país.
Fuente: Military Watch
